jueves, 31 de marzo de 2011

AGORAFOBIA

La agorafobia es miedo al miedo. Los agorafóbicos temen las situaciones que puedan generarles sensaciones de ansiedad, miedo a la propia activación fisiológica y a los pensamientos sobre las consecuencias de experimentarlas, como la idea de morir.

¿Que siente un agorafobico?
  • Tener un ataque al corazón: Aunque es el miedo más común, es el fenómeno más corriente provocado por el pánico.
  • Ahogarse o asfixiarse: La única forma de que una persona muera asfixiada es que no llegue oxígeno a los pulmones, y lo que sucede en un ataque de pánico es completamente opuesto a la asfixia; el nivel de oxígeno es superior a lo normal.
  • Desmayarse: Este miedo es muy habitual para quienes notan sensaciones de mareo, vértigo, debilidad o piernas flojas. Su temor es el de un inminente desvanecimiento o pérdida de la conciencia en pleno ataque de pánico.
  • Perder el control o volverse loco: Esta creencia aparece como resultado de notar anomalías en la visión, como "ver lucecitas", sensación de irrealidad, o pensamientos acelerados de querer escapar.
  • Miedo al miedo: Cuando se han sufrido otros ataques de pánico, la persona desarrolla otro miedo: el miedo a sufrir otro ataque.El verdadero miedo es que el ataque siga y siga y no pare; otras personas temen que el próximo ataque no tenga fin.
Terapia

El tratamiento no es más que un enfrentamiento cara a cara con el problema y consta de 2 pasos básicamente. Aquí se reeduca al paciente con teoría y conocimientos sobre el tema central, se hacen exposiciones interoceptivas (in vitro) y exposiciones reales (in vivo).
La terapia consta de un análisis completo estudiando el origen de la ansiedad, cómo surge, para qué sirve, cuáles son sus componentes, cómo se manifiesta y en qué nos beneficia.
Con bases fijas de cómo surge la ansiedad, pero sobre todo el pánico; comienza la exposición interoceptiva (in vitro), esto es provocándose voluntariamente situaciones que le generen ansiedad o pánico.
Cuando el paciente está convencido de que puede al sentirse apto y seguro de sí mismo para enfrentar la realidad, comienza la exposición “in vivo”, es decir, se enfrenta cara a cara a su temor, afrontando sus pensamientos y sus sensaciones en la situación temida, y comprobando aún más que no hay peligro inminente que ponga en riesgo su vida, que no vendrá la catástrofe que su mente había creado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario